Lecturas 27 de abril...
Ernesto Sábato, El túnel:Es una de las grandes novelas sudamericanas de este siglo, cuyos ecos recogieron pronto en Europa Graham Greene y Camus. El relato, montado en los recursos de la novela policial, desarrolla un personaje que revela su psicología introspectiva e impone al lector un análisis de la desesperanza. El protagonista, Juan Pablo Castel, persigue inútilmente lo inalcanzable, que no es sino el regreso a la infancia, simbolizada en la ventana de un cuadro, motivo reiterado largamente en la narración.
Lamentablemente no puedo recordar el fragmento leído de esta lectura, creo que se debe a que fue la ultima leída en clase y mi capacidad de atención se perdió completamente, en fin espero poder recordar después o tal vez buscar el libro y recordar.
Italo Calvino, El espejo, el blanco:
El ego y la inocencia tal vez o simplemente una sed de descubrimiento, una lectura corta pero muy buena en donde la atracción principal es cuando el personaje principal se mira al espejo y realiza una serie de gestos, este momento es de autodescubrimiento y creo que muchas personas lo hemos hecho viendo nuestras expresiones y gestos que no nos damos cuenta pero que comunican más que las palabras.
Francois Crozat, Anne Jonas, Ulises y Casimiro:Casimiro, un joven ratoncito, descubre por casualidad la lectura. Esta nueva afición va a salvarle cuando Ulises, el gato de la casa y su eterno enemigo le tenga atrapado entre sus zarpas.
Lectura inocente y muy infantil, sin embargo es entretenida y saca el niño que todos llevamos dentro, dándonos una muestra de valentía y del valor de la amistad.
Charles Bukowski, Vida de un vagabundo:
La mejor lectura de este día me gusto mucho la historia, la narración y el toque de ironía que existe en algunas partes que se leyeron, es una historia desconocida para muchos ya que ¿Cuantos conocemos un vagabundo o hemos sido uno?, es difícil conocer el sufrimiento de este tipo de personas y todo por lo que han pasado para estar así en este momento, y tal vez leyendo este libro uno pueda sensibilizarse y ya no verlos con indiferencia o ignorar el hecho de que están ahí y son como cualquiera de nosotros y que la vida da muchas vueltas y uno siempre recibe lo que merece al final de todo.
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